Rana chiquitana
Ameerega boehmi
Cada bosque en el mundo tiene sus propias particularidades. Los bosques más amplios que se encuentran entre los diez y veinte grados de latitud pertenecen a la categoría de bosques tropicales, entre los cuales los bosques secos tropicales como el Gran Chaco Americano, el Bosque Lacandona al Sur de México y la Chiquitanía de Bolivia se encuentran entre los más biodiversos de nuestro planeta.
De estos tres grandes sistemas, la Chiquitanía o bosque seco Chiquitano, es una formación, un ensamble de seres vivos, exclusivo de Bolivia y en él se encuentran especies únicas como, por ejemplo, esta rana chiquitana Ameerega boehmei que, solo puede ser encontrada en las serranías de Santiago y Chochis en la Chuiquitanía del Departamento de Santa Cruz.
Los anfibios son algunos de los animales de los que, menos se sabe en términos ecológicos y se encuentran entre los más amenazados del planeta, son muy susceptibles a cambios en el ambiente y también vulnerables a enfermedades producidas por hongos, los cuales pueden llegar a diezmar poblaciones enteras.
Recientemente en marzo de 2019 un artículo en la revista Science informa que, probablemente la mitad de las especies de anfibios que se conocen en el mundo podrían encontrarse en peligro de extinción. Ante un mundo que, a diario presenta titulares con este tipo de predicciones, poder contar con una especie endémica en nuestro territorio es un valor importante a conservar y por el cual sentir orgullo.
Imágenes realizadas en Santiago de Chiquitos, Área Protegida Tucabaca, con el asesoramiento científico de uno de los herpetólogos que colaboró en la descripción y descubrimiento de esta especie el año 2009 en la Chiquitanía boliviana, Steffen Reichle a quien hacemos un agradecimiento especial.
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